La región de Podor, al norte de
Senegal, es una región árida y pobre. Las estructuras de cuidados sanitarios,
poco numerosas, a menudo poco accesibles y con personal poco cualificado, hacen
de Podor una de las regiones más afectadas por la mortalidad de las madres y de
los niños y niñas del país. Las principales enfermedades han sido y son todavía
la desnutrición aguda severa, el paludismo, las diarreas y las infecciones
respiratorias agudas. 401 bebés sobre 100.000 mueren al nacer, contra 10 en
Suiza. Tragedia debida a la falta de acceso a cuidados de calidad.
A comienzos de 2012, la
delegación de Tierra de hombres (Tdh – Ayuda a la infancia) ha abierto un
proyecto para mejorar la salud de los niños, niñas y madres. En tres años deberá
ayudar a 20.000 niños menores de 5 años y a 9.000 mujeres embarazadas, que
podrán recurrir a servicios de salud funcionales y autónomos. En efecto,
siguiendo el principio de hacerse cargo de forma integrada de las enfermedades
de los niños desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el
objetivo no es solo acudir en ayuda de las personas que necesitan cuidados
inmediatamente. Se trata sobre todo de desarrollar el sistema sanitario de la
región, mejorando las competencias del personal sanitario senegalés, el
funcionamiento de los sistemas de salud y
las prácticas familiares y comunitarias.
Cuidar y formar
Los agentes de salud de Tdh se
desplazan diariamente a las regiones más remotas y alejadas de las zonas
urbanas. Informan y aconsejan a la población sobre la conducta a adoptar para
que los niños, niñas y mujeres embarazadas y jóvenes madres se beneficien de
una buena salud y de una nutrición adaptada. Ellos forman al mismo tiempo a los
agentes locales para que efectúen el seguimiento de las mujeres embarazadas y
de los niños y niñas bajo tratamiento médico y sepan remitir rápidamente a las
mujeres que no han anunciado su embarazo y a los niños enfermos hacia los
centros de salud.
En estos centros, los agentes de
salud tienen la misión de acompañar al personal médico senegalés para que
puedan aportar incluso cuidados de calidad a sus pacientes. Médicos y
enfermeras son formados sobre los cuidados y el seguimiento de las mujeres
embarazadas y de los niños y niñas menores de 5 años, y también sobre la
acogida, la escucha y los consejos que se les debe dar.
Cambios ya perceptibles
La implicación directa de las
comunidades rurales y de las autoridades sanitarias de la región aseguran una
mayor adaptación de las poblaciones locales. Actualmente, toman conciencia de
su derecho al acceso a las prestaciones sanitarias de calidad. El
funcionamiento del sistema de salud es ya netamente mejor, gracias a la
formación dada al personal sanitario y al trabajo de los agentes comunitarios,
tanto sobre los planes cuantitativos como cualitativos. Son más numerosas las
mujeres que acuden a las consultas prenatales, a dar a luz en los centros de
salud y además dan lactancia materna exclusivamente a los bebes hasta los seis
meses después del nacimiento. Finalmente, el seguimiento regular de los niños y
niñas menores de 5 años permite un diagnóstico precoz de las enfermedades y de
los casos de desnutrición.